Protege los sistemas de tratamiento de los gases
usados gracias a un nivel bajo de cenizas
sulfatadas, fósforo y azufre.
› Excelente protección contra el desgaste también
bajo cargas constantes de elevadísima magnitud.
› Elevado poder de neutralización (TBN).
› Prevención contra depósitos en los motores y
turbocompresores.
› Nivel superior de rendimiento y fiabilidad y
reducción consecuente de los costes de
mantenimiento.
› Uso posible también en motores más viejos,
independientemente del nivel de emisiones